En primer lugar, la madre de Alex (un amigo de Carlos) nos recomendó el “sleeper train”, un tren que sale de Truro a las 10 pm y llega a Londres a las 7 am. Nos dijo que a Alex le gustó mucho y que para los niños es “great fun”. Pues para los padres con un sueño ligero es una pesadilla, apenas pudimos dormir en toda la noche y a las 6 am ya nos despertaron para desayunar, pues había que dejar el tren a las siete. La primera en la frente.
Cuando salimos a la parada del autobús estaban preparando la calle para una carrera colocando las cintas publicitarias a los lados y en la mediana, pero como circulaba tráfico esperamos. Despúes de un rato uno de los chicos que lo preparaban todo nos dijo que probablemente el autobús no pasaría y que mejor fuesemos andando. Veinicinco minutos andando cargados de maletas y sin haber dormido. Cuando llevábamos cinco minutos andando, pasa el autobús. ¡¡SE PASÓ DE AMABLE EL CHICO!!
Afortunadamente el resto del día salió bien. A pesar de la hora el hotel tenía una habitación libre y pudimos entrar para preparar el día. Luego fuimos a Hampton Court, a media hora de tren de cercanías, es la corte de Enrique VIII, el aficionado a cortar el cuello de sus santas, un palacio muy bien conservado y ahora que se cumple el 500 aniversario de su coronación luce muy bien.
Por la tarde estuvimos en Hamley´s, una tienda de juguetes en Regent´s street que tiene 249 años de antigüedad y que es una visita obligada si tienes niños. Cinco plantas llenas de juguetes, un paraíso para los pequeños. Después en autobús y metro para el hotel, magnífico transporte público el de Londres.
Al día siguiente fuimos a la torre de Londres, en la que pasamos toda la mañana, muy recomendable la colección de joyas de la corona, la sala de torturas y la torre blanca donde este año hay una exposición de las armaduras de Enrique VIII.
Después de tomarnos un “fish and chips” nos fuimos a ver Kensington Palace, un palacete en Kensigton Garden donde hay una colección de trajes de gala, tanto de señora como caballero. Para las aficionadas a los bailes de salón muy intersantes. A mí me resultó aburrido tanto traje y tanta cursilería.
Despues de descansar un ratito en el hotel nos fuimos a ver el musical del “Rey León”, el verdadero motivo del viaje. IMPRESIONANTE, yo ya lo había visto en 2006, con mis amigos Javi y Yolanda, y es una experiencia que os recomiendo a todos, niños y grandes. Los decorados, el vestuario, la música, los actores, es un espectáculo total. Marta no paraba de bailar y cantar y Carlos no podía abrir más los ojos. También es verdad que en la semana previa estuvimos ensayando todas las canciones con el CD que nos había grabado la madre de Alex y las letras que nos bajamos de internet, y la expectación generada también influyó.
El último día en Londres lo dedicamos a ver el último palacio “Banqueting House” que es un edificio anexo a un enorme palacio que se quemó en la época de Enrique VIII. Es una enorme sala con cuadros de Rubens en el techo (no frescos, sino cuadros) donde se celebraban bailes y recepciones de embajadores y personajes similares. Muy bonito. Después nos fuimos al museo de Historia Natural a ver los dinosaurios que a los niños tanto habían impresionado tres años antes. Estuvimos también en el British Museum para ver las momias y de vuelta al hotel paramos en Picadilly a hacernos unas fotos y lo mismo en Westminster.
Los dos últimos días nos fuimos a pasarlos a LEGOLAND, un parque de atracciones montado por LEGO. Impresionantes las construcciones que hacen. Tienen ciudades enteras construidas pieza a pieza (Londres, Amstedam, Bruselas, Verona,....) y además las atracciones, que no son gran cosa, y que requerían de colas de hora u hora y media. Todo sea por los niños. Los niños se lo pasaron muy bien y yo no tanto. Pero siempre es un placer verlos disfrutar.
Por la tarde de vuelta en el tren a casa.
¡¡¡Eso es tó, eso es tó, eso es todo amigos!!!!
1 comentario:
¿Pero cuántas vacaciones tenéis? Eso no se cuenta aquí cunado se hablar del calendario escolar europeo. Disfrutadlas mientras estéis allí. Un abrazo para los cuatro.
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