El domingo estuvimos en casa de nuestros vecinos Liam y Darren, porque era el cumple de su hija Charlotte. Como en España, comida de cumpleaños con sobredosis de azúcar e hinchables en el jardín, para que jugaran los niños. Conocimos a sus padres (los abuelos de las niñas), tan encantadores como ellos, se esforzaron en darnos conversación y despaciiiiiiito para que no nos perdieramos.
Después en casa hicimos unas torrijas que hemos repartido entre estos vecinos y el departamento de matemáticas de Penair, ÉXITO TOTAL. Si alguien quiere exportar torrijas, aquí tiene un nicho de mercado.
El fin de semana anterior, Carlos se puso por primera vez un wet suit (traje de neopreno) y se metió con una tabla a intentar surfear con unos vecinos, estaba helado pero está deseando repetir. El domingo estuvimos en Padstow en la playa y comiendo unos fish and chips. Es un sitio precioso con larguísimas playas y un pequeño puerto pesquero, que hoy se usa más para embarcaciones que pasean a los turistas por el estuario (Ejemplo de como el ineficiente sector primario europeo se convierte en terciario para sobrevivir)
Esta semana Marta ha sido la protagonista de la casa. El lunes se fue con Maite a ver su primera ópera, “La flauta mágica, de Mozart”, le gustó mucho aunque en la media hora final, después de dos horas y media demostró su cansancio echándose en el hombro de su madre.
El martes representó junto a sus compañeros de clase un show donde mostraban experimentos científicos que habían trabajado durante las dos semanas anteriores. Fue en una sala que tiene el colegio de usos múltilples que utilizan a diario. Fue muy gratificante escucharla hablando inglés delante de tanta gente.
El viernes apareció con su segunda STAR OF THE WEEK de este curso, en esta ocasión por su trabajo con las fracciones matemáticas. Para un padre es un orgullo una hija tan trabajadora y capaz, aunque, a veces gracias a esa inteligencia me vuelve loco replicándome lo irreplicable.
Por ahora ésto es todo.
Un abrazo.
Arturo.